domingo, 23 de noviembre de 2008

Luis Miguel si que es una persona muuuy caprichuda!!


El cantante Luis Miguel es otro de los más exigentes. Cuando está dando conciertos pide cortinas negras en su estancia que impidan la filtración de la luz. En su camerino debe haber agua embotellada, bebidas energizantes, carnes frías, fruta, tequila, vodka y whisky, y siempre se hospeda en la suite presidencial donde, por supuesto, las toallas serán totalmente blancas. Respecto a los olores también es exigente: velas con olor a vainilla, tumbona de masajes, bicicleta para mantenerse en forma y un chef exclusivo que le cocine comida turca y ensaladas exóticas… son otras de las exigencias de sus contratos.

Nuestro "amigo" Mathew Perry no se conforma con espacios pequeños.


Tras el éxito televisivo de Friends, Matthew Perry, el más dicharachero de la pandilla de la caja tonta, ya no se preocupa por las facturas, y no le tiembla la mano al firmar un cheque cuando se trata de darse placer.En un viaje a Londres para ser parte de la producción Sexual Perversity, el astro de la televisión americana decidió que no tenía suficiente espacio para estar cómodo. ¿La solución? Rentó tres penthouses en Londres que le costaron 5 mil dólares por noche, casi nueve veces más que lo que le estaban pagando los productores del show.

Bill Gates tambien gusta de derrochar dinero, hasta en aviones!


A Bill Gates, considerado el hombre más y rico y poderoso de la tierra por la revista Forbes, también le va la buena vida. Aunque en su caso está más justificado por las cuantiosas sumas de dinero que dona a los desfavorecidos. Tiene incluso una fundación habilitada al efecto. No obstante, y sin que sirva de eximente, Gates es un ávido coleccionista. El magnate del software se compró su propio avión por $21 millones y además gastó $30.8 millones en uno de los manuscritos originales del polifacético artista italiano Leonardo Da Vinci.

Ben Affleck, trata a Jennifer Garner como reina, pero no invierte tanto como lo hizo con JLo!!


En cuanto a las estrellas del celuloide, no se quedán atrás, también ellos necesitan ciertas diferencias para sentirse a gusto. Ben Affleck adora el juego, en concreto el black jack. Aunque parezca increíble, no es en el juego donde se deja su fortuna, sino que éste le financia sus pequeños caprichos: enormes cantidades monetarias gastadas en ropa de marca. Se rumora que llegó a gastarse hasta $18000 en trajes de Gucci y Dolce & gabbana, sus diseñadores predilectos. Sus facturas no se quedaron ahí, a su esposa, Jennifer Garner, la agasaja en igual medida, aunque nunca se vio su cuenta tan dañada como cuando mantenía una relación sentimental con Jennifer López a la que le compró: un Rolls-Royce Phantom, que cuesta la friolera de $350 mil, un Ferrari de $230 mil, un anillo de diamante rosado de $1.2 millones y un inodoro con incrustaciones de rubíes, zafiros, perlas y diamantes. Escatológicamente enternecedor, caro y de mal gusto.

6. Madonna y Mariah no toman cualquier tipo de agua.


Madonna, por su parte, entre otras muchas cosas, pide agua mineral francesa. Y Mariah Carey usa el líquido francés para bañarse ella y su mascota. Además, pide que le coloquen una tapa nueva al inodoro y las sábanas de hilo que envía al hotel deben estar ya en la cama cuando ella llega. Leer para creer.

Paulina Rubio, le hace honor a su nombre.


Otra latina muy en boga por su reciente matrimonio con el español 'Colate', es Paulina Rubio, que se hace con la medalla de oro en cuestión de caprichos, y es que por algo la llaman la 'Chica dorada'. En ella todo es exclusividad y lujo. En Perú aún recuerdan su estadía por lo increíblemente pesada que se puso la vocalista, y es que su “wish list” parecía el cuento de nunca acabar: que si un camerino de 40 metros cuadrados, agua mineral en tres temperaturas distintas, sushi de del mejor catering de Miami, vitaminas azucaradas y toallas blancas perfumadas. Cuando llegó a la sesión de fotos, miró todo y no tocó absolutamente nada. Esto si es una diva. También le gusta ir de compras. Le encantan los zapatos mexicanos y le gusta comprar por internet. La cibernética verdad, según dicen los rumores, llegó a gastar $3000 en cuatro pares de botas.

Michael Jackson, como un niño caprichoso!


Parece que compiten entre sí para ver quién pide la mayor cantidad de excentricidades. Resulta incluso estresante. Las malas lenguas aseguran que el rey del pop, Michael Jackson, en su gira por el país de la pampa pidió una determinada máquina de pinball para jugar, que hubo que rentar a una prestigiosa multinacional de videojuegos y trasladar hasta la ya de por sí fantástica suite del hotel donde se hospedaba. Por lo visto al cantante se le había antojado, asegurando que anularía el concierto en la cancha del River si no conseguía su anhelado Pinball.